El gran cambio que nunca abordas

Estoy haciendo de tripas corazón por vencer a la resistencia, a esta insidiosa y diabólica fuerza que no quiere que me ponga con lo que más me conviene (desde un punto de vista vital, económico, y/o draconiano). Esa energía oscura que me aplaude con efusividad cada vez que encuentro cualquier excusa. Elaboradas excusas para no abordar aquello que me conecta con la plenitud.

Siento en lo profundo que esté artículo está relacionado con “el camino”. Querido lector… Empezaré con decirte qué es lo que quiero. Quiero escribir algo que, una vez lo leas, pienses:

Me cago en su puta madre, ¡lo que dice este pedazo de hijo de la gran puta es cierto! Desde ahora mismo tomaré un ligero pero trascendental desvío. Un desvío que, a la larga, marcará la diferencia.

¡Error!

Es precisamente este tipo de expectativa, tan grandilocuente como groseramente expresada, uno de esos vicealmirantes de la marina que facilitan a la resistencia que se salga con la suya. Que con ojos enloquecidos y sonrisa perversa, me coja por el cuello y… me sugiera que me ponga con cualquier otra cosa. Lo que sea menos sumergirme en el gran cambio.

— Tranqui, seguro que mañana te pones con ello — musitó aquella hambrienta y sanguinaria fuerza, complacida de recibir su alimento. Un día más.

Y, en el peor de los casos, ni a lo mínimamente productivo me empuja. En estos casos extremos esta fuerza demoníaca me incita a mandarle un mensaje al subnormal nº2 (yo soy el nº1), y preguntarle dónde caemos.

Y caemos donde siempre. Granja grandiosa. Y yo orgulloso de tener 14 kills y un 50% de precisión. Qué putísimo hacha humana estoy hecho. Y nº2, a pesar de que es malísimo, con más ínfulas de prodigio aún, si cupiera tal posibilidad.

Tu “plot twist” narrativo

Hay algo que ocurre en mi vida que necesito darle una vuelta de tuerca. ¿Te suena de algo? Intuyo que, con mayor o menor intensidad, con más o menos frecuencia, revolotea por tu cabecita alguna inquietud. Algo que sabes que debe cambiar.

Y, con respecto a este “algo”, o bien estás esperando a que se arregle por si solo (que a veces así es como mejor funcionan las cosas), o bien sabes que has de poner de tu parte, pasar a la acción (lo que en la mayoría de los casos hemos de hacer), hacer algo diferente. Lo habitual es que las cosas no cambien si mantenemos las mismas dinámicas.

¿Cuál es mi asunto pendiente?

Higiene de sueño. Soy un poco irregular con la hora de irme a dormir (aunque obviamente no hago las salvajadas de mis 20, pues tengo una empresa y un alma que cuidar), así como, particularmente, con lo mucho o tarde que ceno.

Esto hace que a veces descanse poco y determina mucho mi nivel de creatividad, optimismo, voluntad y energía del día siguiente. Y es que me suelo levantar involuntariamente entre las 6 y las 8. Antes era incapaz de volver a dormirme tras levantarme.

En la actualidad esto de estar hecho mierda apenas ocurre, pues he aprendido a relajarme y dormir un poco más. Pero esta es solo una salida de emergencia. El arreglo oficial es descansar bien casi siempre, tener más regularidad con la forma y la hora a la que me sumerjo en el mundo de los sueños.

¿Cuál es tu asunto pendiente?

Como entrenador personal, es casi inevitable que me vaya al asunto del bienestar y el cambio físico/mental. Sin embargo, aún teniendo en cuenta esta “inevitabilidad profesional”, es innegable que tu físico y tu mente es la base de todo.

Y, en muchas personas, es esta base la que se tambalea

Para eso está tener unas buenas bases, para que todo lo demás fluya sin contratiempos. Con una buena base física (y mental) podremos resolver con mayor efectividad las injerencias del cuento de gnomos y trolls que es tu vida. Tendrás más motivación, energía, confianza… Estarás en posición de luchar contra las tropas enemigas sin desconfiar de tus propias capacidades. Tendrás la certeza de que, en caso de emergencia, puedes partirle el cuello a tu adversario. Todo será más divertido.

De todos modos, quizá tu asunto pendiente y prioritario no tiene nada que ver con las bases. ¿Tu familia? ¿Tu trabajo? ¿Un viaje? ¿Un mes alejado de todo? ¿Unas gallinas en tu terraza?

Lo que sea que fuere, el primer paso siempre es el mismo: Determinar cómo vas a empezar tu plot twist y…

Empezar.

Ingredientes fundamentales para llevar a cabo nuestra gran obra

A veces me fastidia un poco aclarar conceptos, pienso que han de entenderse con el contexto, y así cada uno le da al concepto el matiz que más le resuene. Pero no quiero arriesgarme a que mis pretensiones provoquen que pienses que con “gran obra” me refiero únicamente a pintar un cuadro o escribir un libro.

Esta obra es el fruto de sobreponerte a la resistencia de forma continuada. Se trata de, a través del trabajo y el compromiso, materializar aquello que tanto te conviene. Puede ser pintar un cuadro y puede ser un millón de cosas más, como por ejemplo pasar tiempo con tu padre y conocerlo de verdad. Esa es tu gran obra. Los ingredientes fundamentales para crear algo valioso son:

  • Basics
  • Entrar en “el Point
  • Persistencia
  • Lo que nos frena
  • Lo que nos impulsa

Basics

Aunque los basics son algo que como entrenador personal me conciernen bastante, no me quiero enrollar mucho en este punto. Los basics son todo aquello que nos hace tener mente y cuerpo en buen estado, desde hoy hasta el día de nuestra muerte: Descansar, comer, movernos, estar con nuestra gente, estar con nosotros mismos, pensar y utilizar nuestra fuerza.

Estado de flujo

Entrar en “el Point”

El point creo que se suele usar para hacer hincapié en la clave de algo, en el quid de la cuestión. Pero yo lo uso para hacer referencia a ese estado de flujo y determinación, en el que el trabajo y la creatividad emprenden un baile que no se puede racionalizar. Además, se empiezan a dar encuentros, dificultades y suertes que solo se dan cuando llevas un tiempo entrando en el point. Ocurre y tú fluyes con la ocurrencia.

Al point, el autor de Deep Work, Cal Newport, lo llama… Deep work.

Ese es el estado de profundidad que te permitirá crear algo grande. El point.

Aunque no todos los seres humanos tienen las oportunidades y condiciones mínimas (necesidades básicas cubiertas, educación, una buena dosis de libertad, una cabeza encima de su cuello…) para estar planteándose este tipo de cuestiones, tú sí que las tienes. Y como las tienes, tienes la “suficiente cancha” como para poder acceder al point sin el temor de que los tuyos se vayan a morir en las próximas 24 horas.

¡Y me cago en dios! Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Si lo tienes, lo utilizas. Y que sea con ganas.

Persistencia. Para una causa elevada, un plan y una dedicación humildes

Consciente o inconscientemente, tú ya has entrado múltiples veces en el point. Y seamos francos, eso no tiene tanto mérito (aunque sí belleza).

Lo realmente meritorio está en utilizar este poder para crear algo de lo que te sientas orgulloso/a. El verdadero mérito está en comprometerte con tu obra y persistir con ella hasta terminarla. Sin pretensiones. No entras en el point si esperas la gran cosa cada vez que te pones a trabajar. Tú trabajas en tu obra sin delirios de grandeza y esa fuerza llega a ti. Si quieres tener un cuerpo que juegue a tu favor, no le des tantas vueltas. Infórmate sobre lo mínimo necesario que necesitas saber y empieza a remar.

Mi madre

Mi madre es un extraordinario ejemplo de este “estado de flujo”. Lo he tenido delante de mí toda la vida y no era consciente de ello. Ella no contempla demasiado el qué o el por qué, ella trabaja cada día en el cómo, confiando en su intuición. No está apenas pensando en el resultado, ella sale de caza y los resultados van llegando por sí solos. Y es precisamente de la manera en que ella lo hace, a mi juicio, como la vida nos da todo lo que puede ofrecernos. Que es mucho.

Mi madre es lo más cercano a un animal salvaje muy inteligente y perspicaz. Un androide con intuición. Un pez con pulmones y alas. Ella solo sabe de acción. ¿Acaso no planifica? Sus planes son la acción en sí misma. Donde tú cocinas una croqueta, ella prepara trescientas. Y en el tiempo que tú vendes un producto ella ha vendido cinco, todos ellos absolutamente necesarios para el comprador. Y le sobra tiempo.

Ella, estoy cada vez más convencido, es un dragón milenario.

Lo que nos frena, la resistencia

Así es como llamamos a esa fuerza demoníaca que se opone a que nos pongamos con lo realmente importante. Así la llama Steven Pressfield, el autor de “La guerra del arte”, un fabuloso libro que habla sobre estas cuestiones.

La resistencia es lo que nos hace procrastinar. Un tipo de ansiedad, de miedo por no hacer algo digno (lo que es realmente indigno es dejarse avasallar por el miedo).

Es tu otro “yo” poniéndote trampitas psicológicas.

Saber que esta resistencia existe, que es habitual en todas las personas y que puede vencerse… es sin duda agradable y esperanzador, ¿no te parece?

Lo que nos impulsa

Muchas cosas pueden impulsarte y operar a tu favor. Al final, cada uno es bastante consciente de cuáles son sus impulsores. A algunos les funciona ponerse objetivos muy definidos y a otros les va mejor prestar mucha atención a sus sensaciones. Y así con todo. Pero recuerda tener bien cuidados los basics, que son tus impulsores primigenios.

Resistencia, salud mental y entrenamiento físico

Hemos ahondado en los ingredientes necesarios para crear nuestra obra verdadera, la que sentimos desde las vísceras que hemos de realizar.

Ahora ahondaremos en tres cositas que deben tomarse muy en serio si queremos llegar a buen puerto: resistencia, salud mental y ejercicio.

Esta es una web que en principio va sobre cosas de entrenamiento personal. Y, lo reconozco, me tienta decirte que a mi me da igual la expectativa de la temática, que yo escribo lo que quiero. Pero la realidad es que, cuando se trata de mejorar tu físico, salud o sensaciones, según yo lo veo, casi cualquier tema está relacionado con ello. Son dos ideas las que me llevan a hacer tal afirmación:

  • A la hora de hacer cualquier cosa en general, y tu obra en particular, el disfrute será óptimo con el cuerpo y la mente en las mejores condiciones.
  • Casi cualquier tema que te haga entrar en el point, te conectará a ti mismo de una forma más profunda. De una forma u otra, te hará tener mejor salud. Quienes tienen un propósito en la vida suelen vivir más y mejor.

En última instancia, el ejercicio físico te potencia en cualquier área de la vida y, parece lógico, jugará a tu favor cuando estés creando tu obra. Y, en cierto modo, es un camino de ida y vuelta. Entrar en ese estado de flujo cuando estás con tu obra te aportará una mejor química emocional, te mantendrá más conectado a tu cuerpo, mente e intuiciones.

Iré aún más allá. Considero que -entrar en el point-, -la salud mental- y -el ejercicio- están íntimamente relacionados. ¿En qué me baso?

Salud mental y trabajo profundo

Si alguna vez has entrado en ese estado de flujo te habrás percatado de que tu mente ha recibido una serenidad inusitada. Ocurre especialmente cuando ese estado se replica con frecuencia.

El trabajo, y en particular el trabajo profundo (deep work), es algo intrínseco del ser humano. En parte somos lo que somos por el trabajo. El día que lo comprendí todo cambió para mí. Concentrarnos en algo importante para nosotros es bienestar y salud para nuestra mente. Dejarse arrastrar por la frustración, la inacción y las excusas es un caldo de cultivo para enfermar.

Salud mental y Estado de Flujo

Ejercicio y salud mental

Ya no quedan personas sobre la faz de la Tierra que no sepan sobre los beneficios para el cerebro y la salud mental que te da hacer ejercicio. El ejercicio (y en particular el entrenamiento de fuerza) afecta positivamente a tu regulación hormonal, descanso, sensaciones físicas, confianza… Tengo la sensación de que no hay ninguna combinación de palabras que pueda transmitir de forma realmente precisa todas las implicaciones positivas físicas, mentales e intuitivas que tiene el ejercicio sobre nosotros.

Salud mental y entrenamiento físico

Ejercicio y trabajo profundo

En relación al punto anterior, el ejercicio te permite entrar en un estado de sosiego y conexión con lo sutil. En este estado las resistencias mentales pierden solidez. Todo parece más fácil y “obvio”. Esa es la relación entre el ejercicio y “entrar en el point“.

Una vez comprendemos esto, es inmediato caer en la cuenta del triángulo virtuoso que forman el ejercicio, el trabajo profundo y la salud mental.

¿Y si no soy lo suficientemente inteligente?

Has llegado hasta aquí y has comprendido el texto, así como has elaborado una opinión acerca del mismo, o del autor. ¿Te parece que tengo criterio o te parece que me las doy de filósofo? No caigas en la trampa. Casi nunca hay blancos y negros, casi siempre predominan los grises.

A lo que íbamos. Si comprendes textos y tienes opiniones probablemente tienes las capacidades cognitivas necesarias para decidir cómo ha de ser tu vida y para empezar a hacer cositas diferentes. Ya haces cosas muy complejas que quizá ni te planteas. No pienses demasiado en si eres capaz o no, simplemente acéptalo de antemano. Acepta que eres una máquina extremadamente desarrollada y capaz, y lo normal es que tengas la inteligencia de sobra para este tipo de cuestiones.

Lo que nos limita suele encontrarse en otros lugares, unas veces revestidos de una capa de delirios de grandeza, otras cubiertos por un grueso velo de negatividad acerca del mundo en que vivimos, otras por miedos e inseguridades y otras con “quién sabe qué nueva excusa se nos ocurrirá”.

La prueba irrefutable de que puedes hacerlo

Recordemos qué elementos básicos necesitas controlar a la hora de abordar un proyecto valioso que requiera de tiempo y trabajo profundo (y que, insisto, sea valioso para ti):

Concentración y regularidad

¿Se te ocurre algún ámbito en tu vida en las que ya utilices con éxito ambos elementos? Por supuesto que sí. Para empezar, te apeteciera o no, fuiste al colegio toda tu infancia. Y con el trabajo más de lo mismo. Y de eso se trata.

Estamos muy acostumbrados a tener continuidad con “las obligaciones”, las que nos son impuestas. ¿No tiene mucho más sentido tener continuidad con lo que realmente nos importa y/o nos hace bien?

Dicho esto, no hace falta que nos martiricemos. Los humanos somos así, unos traviesos. Y yo te traigo una solución realista:

Simplemente hemos de utilizar este bug a nuestro favor.

Hemos de contratarnos a nosotros mismos. Empezar el colegio. Y no, no lo estoy diciendo de cachondeo, lo digo muy en serio. ¡Es que ese es la clave! Hemos de abordar aquello que nos importa como si del trabajo se tratase. No es negociable la asistencia, simplemente haces lo que tienes que hacer.

Hoy mismo puedes tomar un camino distinto

Este artículo ha nacido a raíz de mi crisis más inmediata, mi propia resistencia ante varios frentes importantes (y emocionantes) que tengo entre manos. Conseguí vencer a la resistencia (por ahora) y, como efecto colateral, he acabado acabado escribiendo esta misiva.

Esta carta está escrita por “tu yo poderoso”, tu parte luminosa.

La paloma que te ha entregado la carta se llama Twist.

Y el currela que cuida a las palomas mensajeras se llama Plot.

¿Hay algo importante para ti que no estás agarrando por el cuello? El trabajo que deseas tener, tu gente, emociones, estado físico (y mental), dinámicas en general… ¿Qué es?

¿Quieres que tu cuerpo y emociones jueguen a tu favor? No negociamos. Hoy empiezas el colegio.

¿Cuál es tu horario de clase?

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9 comentarios en “El gran cambio que nunca abordas”

  1. Hola Samu!!
    He leído el artículo, indiscutiblemente es mi caso como entiendo que el de tantas otras personas, me ha encantado la referencia a tu madre, sin lugar a dudas es así.

    Le ha dado tantas vueltas a todo, mente, cuerpo, enfermedad, éxito, esfuerzo, dedicación, obsesión con el trabajo, equilibrio, familia etcétera y un largo etcétera

    A día de hoy soy consciente de que estoy en desequilibrio respecto a lo que quiero y aspiro y hoy tu artículo ha venido a recordarme que la solución no está en mi cabeza sino en la acción.

    Tienes un don para expresar con claridad y con un léxico rico lo que quieres trasmitir, te animo a seguirlo haciendo y perdona si en muchos momentos no he dado la importancia a tus mensajes que se que requiere.

    Gracias por seguir ahí. 🫶

  2. Este texto me ha golpeado con la fuerza y la precisión quirúrgica de un puñetazo olímpico.
    Espectacular.
    Felicidades.
    Y Gracias por ayudarme a recordar dónde poner el foco.

  3. Sam,
    Este texto me llega en un momento en el que necesito el cambio, así que resuena conmigo muy intensamente.
    Brutal la mención a tu madre, pura fuerza, concentrada en el camino y en sus propios instintos.
    Desearía ser así, una bestia mitológica, por desgracia, aún estoy en la primera fase del camino, que es el autoconocimiento para trabajar mis cuentas pendientes. Y tengo muchas.
    Una de ellas será un planning de ejercicio potente, basándome así mismo en tus consejos para ello. Un fuerte abrazo

    1. Muchas gracias por leerme mi apreciada Irens, y me alegra mucho saber que, leyendo el artículo, hayas entrado en “el point”.

      Qué la fuerza te acompañe en tus campañas

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